A raíz del golpe militar que destituyó al presidente egipcio, Mohamed Morsi, y suspendió la constitución; crece la preocupación en Israel de que grupos jihadistas aprovechen la situación para perpetrar ataques terroristas, indicaron fuentes oficiales al diario Yediot Aharonot."Es difícil de creer que los egipcios puedan superar la creciente polarización entre islamistas y seculares", expresó un funcionario. "Eventualmente, no tienen otra alternativa que encontrar un marco acordado de cooperación; pero hasta que esto ocurra, podrían acontecer enfrentamientos violentos".
El ex ministro de Defensa, Biniamín Ben Eliezer, apuntó que "el régimen bizarro de los Hermano Musulmanes ha terminado. Si gana un candidato secular, eso tendría un gran impacto en todo el Oriente Medio".
Un funcionario le dijo al rotativo que
"por un lado, Morsi no quería renunciar; y por el otro, el ejército no quiere asumir la responsabilidad total. Los egipcios están dándose cuenta que el Islam no es la respuesta. No les ha dado solución a la situación económica".
El oficial destacó que bajo el Gobierno de Morsi, Israel ha gozado de buena cooperación en cuestiones de seguridad con Egipto. "Todo esto no nos concierne; nosotros observamos la situación desde afuera", apuntó.
Los funcionarios han admitido que con la creciente inestabilidad, a Egipto se le volverá más difícil mantener el control de la península de Sinaí. La principal preocupación es que los jihadista exploten el vacío de poder para tratar de perpetrar ataques contra objetivos israelíes o contra el ejército egipcio.
Mientras tanto, el primer ministro, Biniamín Netanyahu, prohibió a los miembros de su Gabinete expresarse públicamente en relación a los últimos acontecimientos en Egipto.
El oficial destacó que bajo el Gobierno de Morsi, Israel ha gozado de buena cooperación en cuestiones de seguridad con Egipto. "Todo esto no nos concierne; nosotros observamos la situación desde afuera", apuntó.
Los funcionarios han admitido que con la creciente inestabilidad, a Egipto se le volverá más difícil mantener el control de la península de Sinaí. La principal preocupación es que los jihadista exploten el vacío de poder para tratar de perpetrar ataques contra objetivos israelíes o contra el ejército egipcio.
Mientras tanto, el primer ministro, Biniamín Netanyahu, prohibió a los miembros de su Gabinete expresarse públicamente en relación a los últimos acontecimientos en Egipto.
Al menos una treintena de tanques egipcios fueron emplazados en la frontera entre la Franja de Gaza y al península de Sinaí, señalan medios de comunicación turcos.
El primer ministro, Biniamín Netanyahu, manifestó que el público determinará en última instancia el destino de cualquier eventual acuerdo de paz con los palestinos, un comentario destinado a calmar a los integrantes de su coalición y que sugiere que podría haber algún progreso en las conversaciones patrocinadas por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry.