El enviado especial de EE.UU. para Oriente Medio, George Mitchell, se reunió con el jefe negociador palestino, Saeb Erekat, y tenía previsto hacer lo propio con el israelí, Itzjak Molho, para trabajar en un futuro acuerdo marco.
El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, explicó que estas reuniones bilaterales se celebran en el marco de las consultas que realiza Mitchell constantemente con las dos partes para lograr un acuerdo marco sobre todos los elementos claves del conflicto palestino-israelí.
"Estamos trabajando en los elementos claves" del conflicto, entre ellos las fronteras y la seguridad, los asentamientos, el agua, los refugiados y el estatus de Jerusalén. "Estamos tratando de superar las brechas" entre las partes con respecto a estos asuntos, dijo.
"Se trata de intentar crear una base, mejorar la confianza y tratar de que las partes vuelvan a las negociaciones directas", agregó.
De momento no han trascendido más detalles de las reuniones, pero Crowley no descartó que EE.UU. reitere su oposición a las intenciones de los palestinos de llevar el conflicto a la ONU.
La representación palestina en la ONU se encuentra en la actualidad negociando con miembros del Consejo de Seguridad la presentación de un proyecto de resolución en que se condenen los asentamientos judíos en Cisjordania.
"Hemos tenido y seguimos teniendo conversaciones con los palestinos sobre esta cuestión", afirmó el portavoz.
"Consideramos que Nueva York es el foro equivocado para resolver estos complejos temas y que las partes deberían trabajar para encontrar una vía que les lleve de nuevo a las negociaciones directas, que es la única manera de resolver estos difíciles asuntos y el conflicto de una vez por todas", concluyó Crowley.
Por otro lado, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, que se encuentra de viaje en el Golfo Pérsico, conversó con su homólogo británico, William Hague, con quien habló principalmente sobre el proceso de paz en Oriente Medio, además de abordar su viaje a Yemen, los acontecimientos en Sudán y brevemente la crisis política en el Líbano, indicó Crowley.
El pasado 10 de diciembre, la jefa de la diplomacia estadounidense pidió a israelíes y a palestinos que comiencen sin demora a "afrontar los aspectos claves" del conflicto y a producir progresos reales y concretos en los próximos meses.
Clinton, que envió a continuación a Mitchell a la región, hizo estas declaraciones después de que EE.UU. renunciara a exigir a Israel una nueva moratoria en la construcción de asentamientos judíos en Judea y Samaria (nombres bíblicos de Cisjordania).
Estados Unidos quiere reactivar cuanto antes el diálogo directo de paz, que quedó interrumpido el 26 de septiembre. EFE y Aurora
El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, explicó que estas reuniones bilaterales se celebran en el marco de las consultas que realiza Mitchell constantemente con las dos partes para lograr un acuerdo marco sobre todos los elementos claves del conflicto palestino-israelí.
"Estamos trabajando en los elementos claves" del conflicto, entre ellos las fronteras y la seguridad, los asentamientos, el agua, los refugiados y el estatus de Jerusalén. "Estamos tratando de superar las brechas" entre las partes con respecto a estos asuntos, dijo.
"Se trata de intentar crear una base, mejorar la confianza y tratar de que las partes vuelvan a las negociaciones directas", agregó.
De momento no han trascendido más detalles de las reuniones, pero Crowley no descartó que EE.UU. reitere su oposición a las intenciones de los palestinos de llevar el conflicto a la ONU.
La representación palestina en la ONU se encuentra en la actualidad negociando con miembros del Consejo de Seguridad la presentación de un proyecto de resolución en que se condenen los asentamientos judíos en Cisjordania.
"Hemos tenido y seguimos teniendo conversaciones con los palestinos sobre esta cuestión", afirmó el portavoz.
"Consideramos que Nueva York es el foro equivocado para resolver estos complejos temas y que las partes deberían trabajar para encontrar una vía que les lleve de nuevo a las negociaciones directas, que es la única manera de resolver estos difíciles asuntos y el conflicto de una vez por todas", concluyó Crowley.
Por otro lado, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, que se encuentra de viaje en el Golfo Pérsico, conversó con su homólogo británico, William Hague, con quien habló principalmente sobre el proceso de paz en Oriente Medio, además de abordar su viaje a Yemen, los acontecimientos en Sudán y brevemente la crisis política en el Líbano, indicó Crowley.
El pasado 10 de diciembre, la jefa de la diplomacia estadounidense pidió a israelíes y a palestinos que comiencen sin demora a "afrontar los aspectos claves" del conflicto y a producir progresos reales y concretos en los próximos meses.
Clinton, que envió a continuación a Mitchell a la región, hizo estas declaraciones después de que EE.UU. renunciara a exigir a Israel una nueva moratoria en la construcción de asentamientos judíos en Judea y Samaria (nombres bíblicos de Cisjordania).
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Cinco palestinos resultaron heridos en bombardeos aéreos contra varios blancos en Gaza lanzados, según el Ejército israelí, en respuesta al incremento de los ataques con cohetes desde la franja.
La Oficina del Primer Ministro (OPM) Biniamín Netanyahu defendió la demolición de partes del viejo Hotel Shepherd en el este de Jerusalén que ha provocado una amplia condena internacional.
El primer jueves de diciembre 2010 fue trágico y nefasto para el noroeste de Israel.
Keren Kayemet Le'Israel y otras 3200 hectáreas de floresta natural controladas por la Administración de Parques y Reservas Naturales. Orit Hadad-Cohen, vocera del KKL, confirmó que el proceso de restauración forestal será prolongado y demandará inversiones millonarias.
El Prof. Emérito Iosef Riov, de la Facultad de Agronomía de la Universidad Hebrea (Rejovot), estima previsible una renovación natural de la flora local, por lo que inicialmente no se requieren plantaciones masivas de árboles para restaurar las zonas siniestradas dentro del Parque Carmel. 
Finalmente ¿no llegó la hora de formalizar una coordinación efectiva y permanente bajo un mismo techo, de todos los Entes Ambientalistas o Ecologistas que formalmente funcionan dentro de Israel: KKL, la Sociedad Protectora de la Naturaleza [Haganat Ha'teva] y la Administración de Parques y Reservas Naturales, por aquello de que "la unión hace la fuerza"?
La demonización de Israel nunca tendrá fin. Tres acontecimientos recientes, tres signos, obligan a plantear de nuevo esta pregunta.
reconvertida en documentalista de guerra- titulada Tears of Gaza (Lágrimas de Gaza). En mi opinión, no hay nada tan noble como el género del documental de guerra. Pero tampoco hay nada tan difícil. Y sé, por haberme aventurado en él, que el género solo es válido si se respetan unas reglas simples, pero estrictas. La probidad, en primer lugar: ¿para qué hacernos llorar con la pretendida "masacre de civiles", o incluso el "genocidio", que habría sido la guerra de Gaza, cuando las mismas estimaciones palestinas (declaraciones de Fathi Hamad, ministro de Interior de Hamás, del 4 de noviembre) hablan de 700 combatientes, digo bien, "combatientes", muertos en enero de 2009 durante esa guerra, lo que viene a corroborar las cifras israelíes? La contextualización, después: ¿se pueden mostrar esas imágenes, terribles como todas las imágenes de guerra, sin decir una sola palabra sobre la ideología de los amos de Gaza, de sus responsabilidades en el desencadenamiento de las operaciones, así como de su forma de luchar -obligando, por ejemplo, a los padres a convertir a sus hijos en escudos humanos? Y, para terminar, un último principio, la fiabilidad de lo que se muestra: nosotros también mostrábamos imágenes de archivo en Bosnia!, pero la mayoría de las imágenes de la película eran nuestras -las rodamos Alain Ferrari y yo en una Sarajevo bombardeada- mientras que el equipo de esta producción no ha puesto los pies en Gaza y se ha conformado con empalmar las secuencias filmadas por unas cámaras bajo estrecha vigilancia de los milicianos de Hamás.
Una película así -que, lamentablemente, no tardará en aterrizar en todos los festivales del planeta, no es un documental, sino una obra de propaganda. Y, satanizando a Israel, no promueve la paz, sino la guerra.
La Guardia Revolucionaria, cuerpo de elite de las Fuerzas de Seguridad iraníes, aseguró que todo el golfo Pérsico y el mar de Omán "están en el radio de alcance" de sus misiles.