lunes, 14 de marzo de 2011

Miles acudieron al entierro de las víctimas del atentado terrorista en Itamar

Miles acudieron al entierro de las víctimas del atentado terrorista en Itamar
Miles participaron, en el cementerio de Guivat Shaúl, en Jerusalén, del entierro de los cinco miembros de la familia que fue asesinada en el brutal atentado terrorista palestino en el asentamineto de Itamar en Samaria (nombre bíblico del norte de Cisjordania).
La familia Fogel –el padre Udi, de 37 años, la madre Rut, 36 años, los hijos Ioav, 10 años, Elad, cuatro años y Hadás de tres meses- fueron acuchillados el viernes por la noche (shabat) en su casa. Otros dos niños que se encontraban durmiendo en una habitación contigua no fueron hallados por los criminales palestinos y por lo tanto, sobrevivieron a la masacre.
La hija mayor de la familia, de 12 años, quien en ese momento se encontraba en un evento del movimiento sionista religioso juvenil Bnei Akiva, regresó a su casa a medianoche; pero no pudo entrar. Con la ayuda de un vecino lograron abrir la puerta y descubrieron los cinco cadáveres.
El viceprimer ministro y ministro de Asuntos Estratégicos Moshé Yaalón dijo en el funeral que el ataque terrorista resalta la amenaza existencial que sufre Israel.
"Este asesinato nos recuerda que el conflicto no es acerca de las fronteras de Israel o acerca de una nación oprimida sino una lucha por nuestra supervivencia. Por lo tanto, no podemos continuar hablando de la seguridad mientras su esencia sea relegada –la esencia es el derecho de Israel a su tierra", señaló Yaalón.
"Todo el que renuncia a este derecho no tendrá tampoco seguridad. En esta hora difícil debemos levantarnos de los escombros y hacer la cosa más natural –continuar construyendo y desarrollando a Israel", precisó el ministro.
"Si no hay seguridad, todos los acuerdos firmados no valen el papel en
el que están escritos", agregó antes de enfatizar que el ataque tuvo lugar "en un contexto de deslegitimación internacional".
Por su parte, el rabino principal ashkenazi, Yona Metzger, manifestó que "Estos asesinos no lograrán quebrarnos, ellos han logrado unirnos. Hoy no hay derecha ni izquierda; nadie puede permanecer apático".
Metzger, pidió que la respuesta de Israel sea convertir al asentamiento de Itamar en una ciudad.
"Otro símbolo de la presencia divina, otro barrio. Esa es la respuesta, otra construcción, esa debe de ser la respuesta", dijo sin poder contener el llanto.
Antes del entierro, el Gobierno anunció la construcción de 500 nuevas viviendas en los asentamientos de Gush Etzion, Maaleh Adumim, Jerusalén, Ariel y Kiryat Sefer, en Cisjordania.
Metzger urgió, no obstante, a que nadie tome venganza por su cuenta, que "sólo a Dios corresponde hacerlo".
Por su parte, el primer ministro Biniamín Netanyahu indicó a su gabinete que la incitación al odio que ejerce la Autoridad Palestina fue un factor en la causa del ataque.
"Somos testigos de cosas horribles", afirmó el titular del gobierno. "Un juego de fútbol será pronto designado con el nombre de un terrorista suicida que asesinó a docenas de personas en la calle Jaffa en Jerusalén. La Autoridad Palestina le otorga becas a los familiares de los asesinos y nombra las plazas en su honor. Esto demuestra que la Autoridad Palestina no está educando hacia la paz".
Por su parte, el dirigente del consejo regional de Samaria (norte de Cisjordania), Gershon Mesika, acusó al ministro de Defensa, Ehud Barak, de haber favorecido el atentado al desmantelar gran parte de los puestos de control carretero que impiden el desplazamiento de probables terroristas, y que dificultan el libre movimiento de los palestinos en el interior de Cisjordania.

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