martes, 12 de octubre de 2010

PALESTINOS NO QUIEREN LA PAZ

Publicado 12/10/2010
Proceso de Paz
Los palestinos se niegan a reconocer a Israel como Estado judío
La OLP rechaza la propuesta de paz de Netanyahu
El primer ministro Biniamín Netanyahu, anunció que parará la construcción en los asentamientos judíos de Cisjordania a cambio de que Israel sea reconocido como Estado judío por la dirección palestina, que rechazó la oferta.
"Si el liderazgo palestino reconoce inequívocamente ante su gente a Israel como la patria de los judíos, estoy dispuesto a convencer a mi gobierno para suspender" la edificación en los asentamientos, afirmó Netanyahu en un discurso ante la Knéset (el parlamento).
El jefe del Gobierno dijo que la petición de los palestinos de que continúe la moratoria a la construcción en los asentamientos para proseguir con la negociación es "una manera de eludir la concesión que deben hacer para alcanzar un acuerdo de paz".
Netanyahu aseguró que Israel "es un estado democrático", y que su reconocimiento como Estado judío no afectaría en ningún modo al veinte por ciento de sus habitantes que son de origen árabe, y que "tienen garantizados sus derechos como ciudadanos".
En respuesta al ofrecimiento de Netanyahu, el portavoz del Departamento de Asuntos Relacionados con la Negociación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Xavier Abu Eid, calificó la oferta de "completamente inaceptable".
Abu Eid alegó que los asentamientos judíos son ilegales, y que el reconocimiento de Israel como Estado judío anularía el supuesto "derecho al retorno" de varios millones de palestinos refugiados, una forma jurídica inexistente en el derecho internacional que la OLP ha logrado instaurar en algunos formadores de opinión y que quiere imponer sobre Israel.
El portavoz palestino también dijo que Israel no exigió que se reconociera su carácter de Estado judío cuando regularizó sus relaciones diplomáticas con Egipto y Jordania, los dos únicos estados árabes que reconocen formalmente su existencia.
"Nosotros reconocimos a Israel hace ya 22 años", explicó Abu Eid en alusión a la aceptación por el Parlamento Palestino, en una reunión que celebró en 1988 en Argel, de la partición de Eretz Israel o lo que los palestinos llaman la Palestina histórica en dos estados independientes, uno judío y uno árabe.
"Desde entonces reconocemos a Israel de la manera en que lo reconoce la ONU. Es decir, como Estado de Israel. Si quiere cambiar de nombre y llamarse Estado de la Leche y Miel, y la ONU lo reconoce con ese nombre, pues nosotros también lo haríamos", dijo.
"Lo que no aceptamos es que se nos pretenda imponer condiciones especiales, condiciones que Israel no ha impuesto a ningún otro país del mundo", agregó Abu Eid, que precisó que "la decisión que ayudaría a la paz es que Israel reconociera el Estado palestino".
El reconocimiento de Israel como Estado judío fue planteado por Netanyahu en paralelo a que los palestinos exigieran la prórroga de la moratoria a la construcción en los asentamientos al inicio de la negociación que ambas partes emprendieron a principios de septiembre.
La discusión de ambas condiciones había dominado las primeras semanas de negociación sin que ambas partes encontraran un punto de encuentro, lo que motivó que el pasado viernes el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, suspendiera provisionalmente el proceso negociador.
Por lo que las dos partes lo único que han hecho es dar a conocer públicamente el motivo de su falta de entendimiento.
La razón del desencuentro se ha hecho pública, además, el mismo día en que el Gobierno de Israel ha dado luz verde a un proyecto de ley que exige un referéndum para la cesión de territorios disputados, lo que supone un obstáculo añadido a los esfuerzos de paz.
Poco antes de que Netanyahu hiciera pública su oferta, el comité ministerial encargado de asuntos legislativos en el Ejecutivo aprobó un proyecto de ley que condiciona la cesión de Jerusalén Este y los Altos del Golán a un referéndum popular.
La normativa no es aplicable en el territorio de Cisjordania, donde no rige la ley israelí, pero parece un obstáculo insalvable en la negociación para alcanzar un acuerdo que conduzca a la creación de un Estado palestino con capital en Jerusalén Este.
También dificulta los contactos para establecer negociaciones con Siria a fin de negociar con ese país los Altos del Golán, que Israel conquistó en 1967 -como Jerusalén Este y Cisjordania-, y cuya anexión la comunidad internacional no reconoce.
La aprobación del proyecto de ley fue criticada por el ministro israelí de Defensa, el laborista Ehud Barak, que en un comunicado la consideró "innecesaria" y advirtió de que añade dificultades a los intentos de Israel para hacer la paz con sus vecinos árabes. EFE y Aurora

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