Israel estudia de cerca la crisis política en el Líbano causada por la renuncia de los ministros del grupo fundamentalista islámico chií Hezbollah, y sus aliados, que ha provocado la caída del gobierno de unidad del primer ministro Saad Hairiri.
Fuentes de Defensa señalaron que los próximos días serán cruciales para el Líbano y lo que suceda en ese país afectará a toda la región.
Poco después de la renuncia de la oposición, el primer ministro libanés Saad Hariri interrumpió su gira por Estados Unidos y regresó al país del cedro para tratar de resolver la crisis. El presidente egipcio, Hosni Mubarak, habló con el rey de Arabia Saudita; mientras que el secretario de la Liga Arabe, Amr Musa, discutió la cuestión con varios responsables del mundo árabe. Hariri se reunirá con el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, y le ha pedido a Turquía y Qatar que intervengan en el asunto.
El Ejército de Defensa de Israel no ha realizado ningún nuevo emplazamiento. Elementos de Defensa señalan que existe la posibilidad que la crisis libanesa se extienda hacia Israel; mientras que el tribunal internacional se dispone a acusar al grupo terrorista Hezbollah por el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri en 2005. Si se publica oficialmente que Hezbollah se encuentra vinculado al asunto, podría tratar de desviar la atención hacia Israel mediante ataques terroristas.
"Hezbollah tiene que vengar aún la muerte de Mughniyeh, de la que acusa a Israel ,y podría usar esto como una excusa" señalo una fuente de seguridad. "Sin embargo no parece que Hezbollah lo hará pronto, primeramente debido a que teme una respuesta israelí y sus consecuencias, no sólo para el Líbano, sino también para la región".
El mundo árabe está preocupado con los desarrollos recientes en Beirut y teme que el conflicto interno libanés afecte a toda la región.
El jefe de la Liga Árabe convocó a los estados árabes a ayudar al Líbano a encontrar la forma de salir de la crisis e impedir que se convierta en una guerra civil
Fuentes de Defensa señalaron que los próximos días serán cruciales para el Líbano y lo que suceda en ese país afectará a toda la región.
Poco después de la renuncia de la oposición, el primer ministro libanés Saad Hariri interrumpió su gira por Estados Unidos y regresó al país del cedro para tratar de resolver la crisis. El presidente egipcio, Hosni Mubarak, habló con el rey de Arabia Saudita; mientras que el secretario de la Liga Arabe, Amr Musa, discutió la cuestión con varios responsables del mundo árabe. Hariri se reunirá con el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, y le ha pedido a Turquía y Qatar que intervengan en el asunto.
El Ejército de Defensa de Israel no ha realizado ningún nuevo emplazamiento. Elementos de Defensa señalan que existe la posibilidad que la crisis libanesa se extienda hacia Israel; mientras que el tribunal internacional se dispone a acusar al grupo terrorista Hezbollah por el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri en 2005. Si se publica oficialmente que Hezbollah se encuentra vinculado al asunto, podría tratar de desviar la atención hacia Israel mediante ataques terroristas.
"Hezbollah tiene que vengar aún la muerte de Mughniyeh, de la que acusa a Israel ,y podría usar esto como una excusa" señalo una fuente de seguridad. "Sin embargo no parece que Hezbollah lo hará pronto, primeramente debido a que teme una respuesta israelí y sus consecuencias, no sólo para el Líbano, sino también para la región".
El mundo árabe está preocupado con los desarrollos recientes en Beirut y teme que el conflicto interno libanés afecte a toda la región.
El jefe de la Liga Árabe convocó a los estados árabes a ayudar al Líbano a encontrar la forma de salir de la crisis e impedir que se convierta en una guerra civil
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