sábado, 6 de noviembre de 2010

ISRAEL Y LOS PALESTINOS ESPERAN A OBAMA

Expectativa tras la paliza electoral
Israel y los palestinos esperan a Obama
Israelíes y palestinos están a la espera de ver cómo encaja el presidente norteamericano, Barak Obama, su derrota en las elecciones al Congreso en EEUU, dominado ahora por los republicanos, y retoma los esfuerzos para desatascar el proceso de paz en Oriente Medio.
En su última reunión en octubre, La Liga Árabe dio un plazo de un mes al presidente de EEUU para intentar relanzar las negociaciones directas entre las partes, y ese lapso concluye el próximo martes sin que haya indicios claros sobre en qué medida influirá en la región el nuevo panorama en Washington.
Los palestinos confiaban en que el plazo permitiera a Obama convencer a Israel de que paralice la construcción en los asentamientos de Judea y Samaria (nombres bíblicos de Cisjordania) -principal escollo al diálogo con el Estado judío-, antes de levantar, en caso contrario, el acta de defunción del proceso negociador.
En los días previos a las recientes elecciones estadounidenses, tanto en Israel como en los territorios palestinos se tenía la sensación de que en medio del estancamiento de la negociación auspiciada por Washington desde principios de septiembre, se estaba esperando al Mesías.
"Y ese Mesías se llamaba noviembre", apunta Gadi Baltiansky, director general de la Iniciativa de Ginebra, plataforma israelí-palestina que auspicia un plan de paz no oficial respaldado por personalidades políticas de ambas partes.
En este compás de espera, el enviado especial de la Casa Blanca, George Mitchell, no se ha dejado ver en Jerusalén o en Ramala, y será el primer ministro, Biniamín Netanyahu, quien viaje este fin de semana a EEUU, donde se reunirá con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el vicepresidente Joe Biden, para estudiar sus cartas.
Entretanto, la gran pregunta es si el triunfo republicano y una demandante agenda doméstica permitirán a Obama concentrarse en la política exterior y en particular en resolver el conflicto entre israelíes y palestinos.
Algunos observadores apuntan a que Netanyahu espera que los republicanos adopten una posición más decidida sobre Irán y presionen a Obama a ser más condescendiente con Israel.
Esa sería la ecuación apriorística.
Sin embargo, los analistas conjeturan con que no se van a producir diferencias significativas pese al triunfo republicano y recuerdan que en Estados Unidos es la Casa Blanca y no el Congreso la que dicta la política exterior.
"Aunque así lo quisiera, esta región no va a dejar a Obama que se desentienda del conflicto", afirma Guershon Baskin, director del Centro Israel/Palestina para la Investigación e Información (IPCRI).
Este experto sostiene que los palestinos continúan construyendo sus instituciones y que "si no hay proceso de paz, adoptarán otras alternativas como acudir a la ONU en busca de reconocimiento internacional".
Su colega Hana Siniora, vaticina que el presidente norteamericano adoptará una política más vigorosa, al ser precisamente el conflicto palestino-israelí donde puede obtener algún resultado.
El ex ministro palestino para Asuntos de Jerusalén, Ziad Abu Zayad va más allá y afirma que "Obama ha sido el primero en ganar el Nobel de la Paz sin haber hecho nada y tiene que demostrarse a sí mismo que lo merece".
Y el columnista israelí Akiva Eldar escribió recientemente en el diario "Haaretz", que "Obama sí, todavía puede" resolver el conflicto en un año, tal y como se comprometieron las partes.
La calle palestina ha vivido con apatía el proceso negociador al considerar que depende exclusivamente de que Israel cambie su política respecto a los asentamientos judíos.
La falta de confianza en su éxito también se ha se ha producido en Israel, en contraposición a colectivos judíos en EEUU como el liberal JStreet, que apoya un fuerte liderazgo norteamericano para resolver el conflicto en Oriente Medio.
Y es que tres de cada cuatro judíos estadounidenses votaron por los demócratas, una proporción que se reproduce pero a la inversa entre los judíos de esa nacionalidad residentes en Israel, que lo hicieron por los republicanos.
Pese al batacazo en las elecciones de mediados de mandato Obama no sería el primer presidente de EEUU que no cuenta con mayoría en el Congreso e impulsa un proceso de paz. Como últimas referencias le preceden Geroge W. Bush con Annapolis (2007), y Bill Clinton con Camp David (2000). EFE y Aurora

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